De vidrio a hueso

A finales de la década de 1960, un catedrático adjunto, llamado Larry Hench, viajó a una conferencia sobre materiales del ejército en Sagamore (Nueva York) y se sentó junto a un veterano de la guerra de Vietnam. Sus conversaciones se dirigieron al tema de la recuperación ósea y los métodos de reemplazo óseo con un material fabricado por el hombre que el cuerpo no rechazara. Pronto nació el vidrio 45S5 Hench. Tenía propiedades que regeneraban los tejidos y se fijaba muy bien al hueso, al tiempo que se biodegradaba lentamente en el cuerpo.

Un par de décadas después, en los años 80, la historia del vidrio Hench y su composición seguía asombrando a los científicos de las universidades de Turku (Finlandia). ¿Qué sucedería si la composición fuera distinta? ¿Tendría las mismas ventajas o incluso otras nuevas? No se tardó mucho tiempo en desarrollar nuevas composiciones de vidrio bioactivo y entre ellas se encontraba la fórmula S53P4. Resultó que, aparte de ser sorprendentemente osteoestimulante (no osteoinductivo), se comprobó que el S53P4 contaba con una propiedad adicional nueva que dejó atónitos a sus descubridores: la composición del 53 % de sílice y pesos más pequeños de sodio, calcio y fósforo producía reacciones in vitro en la superficie que parecían ser altamente antibacterianas puesto que inhibían el crecimiento de las bacterias. Habían creado un material que las bacterias no podían infectar.

Más que vidrio

Las cualidades superiores del vidrio no solo dieron lugar a una gran alegría en el laboratorio. En 1991, en Finlandia, se trató a los primeros pacientes con S53P4 implantado en una cavidad del seno frontal en el Hospital Universitario de Turku. Los resultados postoperatorios superaron todas las expectativas: se trataba de la solución definitiva para rellenar defectos en intervenciones quirúrgicas de oído, nariz y garganta, además de la zona cráneo-maxilofacial. Sin embargo, ¿podía hacer algo más?

La historia continúa a día de hoy. Bonalive Biomaterials Ltd (ubicado en Turku, Finlandia, la ciudad que fue cuna de la tecnología) fabrica el vidrio bioactivo S53P4 y lo suministra por todo el mundo. Los productos se ofrecen en distintos tamaños de envase y composiciones. Uno de los productos de la cartera de Bonalive, los gránulos Bonalive® granules, es el único biomaterial sin antibiótico del mundo que inhibe el crecimiento bacteriano, y su indicación oficial es el relleno de cavidades óseas en el tratamiento de la osteomielitis crónica.

El mundo necesita soluciones más inteligentes y más sostenibles

La resistencia antimicrobiana (RAM) es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la atención sanitaria en la actualidad. Ante la creciente resistencia, necesitamos soluciones para resolver un problema mundial cada vez más complejo. Soluciones que sean más inteligentes y más sostenibles. Soluciones que restauren lo mejor posible la calidad de vida de todos y cada uno de los pacientes. Las soluciones Smart Healing™ representan un nuevo estándar para una nueva era en la atención al paciente. Restaurando y manteniendo la vida en la intersección de la tecnología y la biología, las soluciones de Smart Healing™ funcionan a través de los propios procesos biológicos del paciente, sin usar antibióticos locales. Al ofrecer una solución para la asistencia sanitaria global, permitimos una atención al paciente con menos antibióticos cada vez.

Ahora es el momento

En Bonalive Biomaterials, estamos muy orgullosos de nuestra historia y queremos dársela a conocer al mundo. La curación de los pacientes es el centro de nuestra actividad. Queremos hacer cambios introduciendo innovaciones seguras y de alta calidad que superen la fiabilidad de los antibióticos en las intervenciones quirúrgicas por infecciones óseas. El dolor y la desolación que las infecciones crónicas de los huesos pueden ocasionar en la vida diaria de los paciente (y afectar a sus familias, trabajo y tiempo libre) es lo que nos impulsa constantemente a desarrollar nuevas tecnologías y aplicaciones de nuestros productos.